Antes de que tuviéramos aviones trenes y automóviles, nos movíamos a caballo. Eran el motor de nuestra exploración, ya sea que estuviéramos pasando a la siguiente aldea para ver qué especias podrían haber aparecido a través de la Ruta de la Seda o cruzando un continente con una caravana de amigos ansiosos y esperanzados para colonizar las Tierras Inhóspitas. Pero desde la era del motor, Las interacciones humanas con los caballos se han centrado menos en la necesidad y más en la recreación. No