En foco:Boleto de ida a México
Reservar un vuelo por capricho es el sueño de todo viajero. El fotógrafo Adrian Morris hizo precisamente eso cuando dio un salto y se dirigió a México con un equipaje de mano, una cámara, y una mente abierta.
MÉXICO - Mientras lucha contra un sombrío invierno en Londres, mi mente vagaba frecuentemente por las soleadas calles de México. Se necesitaba un cambio de escenario, así que compré un boleto de ida sin una agenda establecida. Aparte de encontrarme con amigos australianos en la Ciudad de México, Planeaba salir a la carretera y tomar cada día como venía.
Fui tratado como familia por extraños, exploró la costa de Oaxaca desde la parte trasera de un camión, dormido en cuevas de montaña con vista a Tepoztlán, nadé en piscinas naturales de sal entre valles interminables en Hierve el Agua, caminó por las antiguas ruinas de Monte Albán, se hizo amigo de muchos perros, y comí muchas quesadillas. Los días interminables de comida increíble hermosas costas, pueblos de montaña mágicos, y la gente amable lo convirtió en uno de mis viajes más memorables.