Mier
Los inicios de Mier se remontan al 6 de marzo de 1753, cuando llegan los franciscanos para erigir la Parroquia de la Inmaculada Concepción. Hoy es el edificio más antiguo de la ciudad, conservado prácticamente intacto en la plaza principal, llamada Juárez. Desde aquí se percibe el ambiente apacible de Pueblo Mágico, quizás porque a pocos metros corre el río Álamo y emergen calles empedradas donde se puede ver a los artesanos trabajando cuero curtido, moldeando arcillas de colores y bordando chaquiras, paillettes y piezas de vidrio sobre colchas y los famosos vestidos de novia.
Jugar a la lotería es un atractivo turístico imperdible en Mier. No hay que comprar billetes de lotería, sino revivir el juego de mesa que consiste en llenar una tabla mientras se cantan las cifras expresadas en los cartones (algo así como el bingo, pero con imágenes en lugar de números). En Mier, la lotería es pintada a mano por artistas locales y cada tablero tiene 75 cuadrículas.
En las tardes, decenas de familias acuden a la Plaza Hidalgo, donde se les ve en las bancas listas escuchar el canto de cartas muy peculiar, ya que cada figura está asociada o bien a una estrofa de canción o bien a una descripción de la vida cotidiana.
Cerca de esta plaza hay otros sitios históricos para visitar como la Casa de los Frijoles Pintos, una antigua cárcel para prisioneros de Texas; la Casa de la Cultura con accesorios de Eleazar García “Chelelo”, célebre actor de cine oriundo del lugar, y la Casa de las Columnas, llamada así por su corredor de seis arcos y un curioso ondulado cornisa.
Al estar atravesado por tres ríos, Álamo, Bravo y San Juan, cada uno regulado por un dique, el Pueblo Mágico de Mier ofrece diversión en el agua. Se puede practicar pesca deportiva, kayak o sumergirse en aguas sulfurosas. En las orillas hay zonas de acampada para observar las estrellas por la noche y se han habilitado senderos para recorrer a pie o en bicicleta de montaña, mientras se observan aves.
La mejor forma de llegar al Pueblo Mágico de Mier es a través del aeropuerto de Reynosa. Luego hay que hacer un viaje en autobús de dos horas.