Conozca a la escritora:Caroline Kinneberg
Pueblo natal: Crecí en las afueras de Boston fue a la escuela en Boston, trabajó en Nueva York, ¡y ahora vivo en París!
Ocupación: Escritor y editor.
Destinos favoritos: NUEVA YORK, Israel, El sudeste de Asia.
Morir por visitar: India, África occidental, cualquiera de los departamentos franceses de ultramar, Tokio.
Rituales de viaje extraños: Voy a Bikram antes de irme para no quedar rígido sentado en los aviones.
Régimen de relajación durante el vuelo: Mire películas o lea un libro que comencé de antemano y que ya me gusta.
Siempre en el equipaje de mano: Calcetines (para evitar que me enfríen los pies en el avión) y joyas (estoy paranoico acerca de empacar cosas caras en mi maleta facturada).
¿Conserje o bricolaje? Bricolaje. Pero trato de estar bien informado leyendo blogs locales, libros de guía, y artículos recientes, y recibir consejos de las personas que conozco en el camino.
¿Verlo todo o tomarlo con calma? Tómalo con calma. Verlo todo es imposible.
¿Conducir o dejarse conducir? Conducir, aunque realmente necesito aprender a usar una palanca de cambios ahora que vivo en Europa ...
Héroe de viaje: Mi papá viajaba mucho por trabajo cuando yo era pequeña, y me dio el error de viajar.
Lo más extraño que se ve en los viajes: Un beduino holgazán masturbándose junto a su camello en medio de un desierto israelí (visto mientras intentaba hacer una sentadilla).
Mejor servicio del hotel: Siempre estoy agradecido por los gorros de ducha y el wifi gratuito.
Sueño con mi comida en un albergue en Nadi, Fiyi, donde comí ravioles rellenos de papaya que estaban tan buenos, Pedí una segunda cena. (Sin embargo, No recomendaría pasar el rato en la ciudad durante un período de tiempo prolongado, ya que es algo peligroso. Sal a las pequeñas islas.)
A cualquier lugar a donde vaya, Miro el tiendas vintage y mercados al aire libre.
Cuando llego a un lugar nuevo Aprendo la disposición de la tierra por caminando hasta que me muero de hambre y me duelen los pies.
Siempre traigo a casa baratijas. Regresé con dosificadores de azúcar medidos, cucharas de mermelada antiguas, una toalla Instakilt, amuletos de elefante ...
Si nunca vuelvo a Cozumel será demasiado pronto porque hombres vestidos de escasa, metálico, Los disfraces de inspiración azteca no son lo mío.
Viajo por el historias y estímulos.
MÁS CAROLINE
Sitio web:carolinekinneberg.com