Tulum
En Tulum, la naturaleza está presente en todo su esplendor a través de sus lagunas, cenotes (pozos naturales profundos o sumideros) y el sitio arqueológico maya frente a la playa que alguna vez se usó como centro astrológico y de comercio. Los paseos en bicicleta por la jungla son una forma bastante común y popular de explorar sus innumerables maravillas. Tulum Bike Tours mejora la experiencia al llevarlo a las comunidades locales, donde puede aprender sobre la medicina herbal y la joyería artesanal a partir de semillas.
A diferencia de Cancún, Tulum carece de enormes resorts con todo incluido. En cambio, ofrece pequeños hoteles que se mezclan con la selva; pueden ser tan elegantes o tan rústicos como desees. Recomendamos hospedarse en Azulik si viaja con una pareja, ya que cuenta con seis suites de madera, columpios y las camas suspendidas que se hicieron famosas en Instagram. ¿Te imaginas bebiendo una copa de vino sobre el dosel de la selva, en espacios que se asemejan a nidos gigantes?
Si eres un alma aventurera, te recomendamos acampar en lugares apartados que cuentan con camas tamaño king, ventiladores y alfombras. El costo de estas habitaciones king size es de menos de $1,000 pesos por noche. También ofrecen clases diarias de yoga.
El ambiente eco-chic de Tulu se hace patente al dar un paseo por el centro de la ciudad, que se encuentra a apenas cuatro kilómetros de la costa. Para una bebida informal por la tarde, los bares son omnipresentes. Si te gusta el mezcal, Gitano es una buena opción. También puedes encontrar pequeñas galerías de arte y tiendas de ropa hippie, así como lugares que ofrecen masajes, rituales prehispánicos o clases nocturnas de yoga en la playa.