Melchor Muzquiz
Ubicado a tres horas de Saltillo, el Pueblo Mágico de Melchor Múzquiz inició su historia en 1737, cuando fue fundado por los españoles como el penal de Santa Rosa de Lima para repeler los ataques de los indígenas que habitaban la región. Sin embargo, esta tierra tiene pruebas palpables de que su origen se inició hace 900 años con el hallazgo de fósiles de dinosaurios y crustáceos que se exhiben en el Museo de Paleontología.
Para seguir descubriendo los orígenes del pueblo, debes dirigirte a La Plaza Principal, donde encontrarás no solo el templo de Santa Rosa de Lima sino también el Museo Histórico. El edificio en sí es una belleza porque está construido con piedras de río pero, por dentro, explica cómo las tribus extranjeras de los indios Kikapu y los mascogues negros se asentaron en Múzquiz y se convirtieron en parte de su patrimonio cultural.
Precisamente, algunos miembros de estas etnias se ven con frecuencia en la plaza vendiendo pieles curtidas y madera tallada. Para conocer más sobre ellos, el Pueblo Mágico de Melchor Múzquiz ofrece reuniones sociales que requieren autorización previa de su líder espiritual, ya que se rigen por usos y costumbres.
También en la zona centro, debes visitar un taller de los maestros artesanos de fluorita, un mineral con vetas turquesas y violetas que se utiliza para hacer esculturas e incluso muebles. Es imposible dejar de lado las talabarterías para comprar cinturones, botas y monturas.
Otro imperdible es el comercial gastronómico, principalmente en el que se puede leer una carta con platos que incluyen chorizo. Éste está elaborado con una técnica artesanal de 300 años, que consiste en dejarlo secar al sol para luego “curarlo” con vinagre y especias.
Si pensabas que no había arte contemporáneo en Melchor Múzquiz, te equivocas. A diez minutos del centro, la casa del pintor mexicano Julián Galán Romo fue declarada museo para conocer sus litografías y, de paso, la casa de muñecas a escala humana, donde solía jugar el artista.
Finalmente, debes visitar los espacios naturales del Pueblo Mágico como el río Sabinas con sus nacimientos de manantiales para navegar en kayak y el parque recreativo La Cascada con piscinas naturales para darse un chapuzón.